Ante la pregunta sobre ¿qué le falta al CPACF?, nuestros colegas  expresaron públicamente su opinión sobre carencias y necesidades y sus propias ideas para construir un Colegio de Abogados más solidario y democrático.

Entre los cuestionamientos principales de profesionales que quieren otro Colegio para sentirse representados, Natalia opina, por ejemplo, que a la actual conducción “le falta defender los intereses de los abogados, especialmente en relación a los honorarios, y además no tiene una buena oferta de capacitación”.

María Laura, en tanto, observa que le falta “escuchar al matriculado y a sus necesidades”, mientras que Horacio le reclama que “sea más democrático, que funcionen las comisiones, que sean manejadas por gente idónea y que se respete a las minorías”.

“Al CPACF le falta dignidad e independencia partidaria para defender los intereses de sus matriculados”, dice Santiago.

Sobre ese punto, Víctor opina que el colegio trata más de recaudar que de defender a sus matriculados. “Uno de los grandes inconvenientes que se nos presenta en nuestra profesión es la inserción en el mercado laboral. Los estudios jurídicos suelen ofrecer $ 5000 ó 6000 por 8, 10 ó 12 horas de trabajo, que es lo que ganaría un buen empleado de limpieza”.

La colega Claudia también tiene cuestionamientos, entre los que resalta la poca diferenciación en los cursos prácticos, según el nivel de especialización, y escasa explicación personalizada de los medios informáticos para el uso profesional”.

Gastón también apunta a la capacitación y considera que “faltan más cursos de capacitación permanente y de calidad, como también más computadoras en la Sala de Profesionales”. Y agrega que “el bar del colegio es caro, debería tener precios y ofertas más accesibles «.

Y Alejo aporta que “falta respeto al profesional, que lo tomen en cuenta, que no lo llamen únicamente para las elecciones, que lo dejen participar y opinar libremente, y que le den una opción jubilatoria, como en provincia”.

Por su parte, otra matriculada, Patricia, tiene una larga lista sobre las carencias del actual Colegio: “Le faltan: un control riguroso de las finanzas; realizar una auditoría de los empleados del CPACF, contratados y de planta, en locación de servicios, etc”.

“Además –agrega- serían necesarios boxes para que los colegas puedan atender a sus clientes, siendo materia de estudio si son rentados o no. También, una sala de profesionales más amplia y accesible para personas con discapacidad en planta baja del edificio. Se necesita un campo de deportes propio para esparcimiento de los matriculados. Porcellanato no le hace falta, le han colocado suficiente”, observa.

La postura frente a los matriculados también es un tema en cuestión. José Luis reclama que el CPACF debe ser  “de puertas abiertas para que los colegas tengamos sentido de pertenencia” y Rubén demanda, a su vez, “mayor apertura hacia los matriculados y la comunidad, y ayudar al matriculado para que las condiciones de ejercicio de la profesión mejoren”.

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