Muchas veces en el transcurso de nuestra profesión, nos preguntamos ¿cómo llegamos hasta aquí? ¿Que nos motivó seguir esta carrera?
Hoy en el día del/a abogado/a, te queremos dejar algunas reflexiones de abogados y abogadas como vos, que siguen luchando para dignificar esta profesión y vivir de ella.
“Cuando acepto abogar por una causa, dice Juan pablo, lo hago con el convencimiento de que tengo la oportunidad de ganarme la vida ejerciendo la profesión que amo. La abogacía es una profesión muy estresante, difícil y sumamente individualista. Por eso debemos considerar con el mayor de los respetos siempre a nuestros colegas”
La infancia nos marca, y aquí Fabian demuestra que “tenía claro el camino, en primer grado me mandaban todas las semanas a Dirección y siempre me declaraba inocente, explicando los motivos. Allí la Directora me dijo a mí y a mis padres que sería un buen abogado, y quedé de por vida marcado”.
Nuestra familia es un elemento fundamental en nuestros primeros pasos, así lo cuenta Fernando, “es una carrera, culturalmente hablando, muy amplia, es una forma de vida, es la posibilidad de tratar con gente y a esa misma gente ofrecerle soluciones a sus conflictos, el derecho es trabajo y también solidaridad. Soy un orgulloso ABOGADO recibido de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora con ayuda de mi familia y sobre todo de mi mamá Luisa, para mi es la carrera más linda del mundo”.
Somos solidarios, para María José es muy importante, “Soy Abogadx porque es la forma que encontré en mi vida de DAR. DAR, practicando la Justicia. DAR a otro las herramientas para buscar la verdad. DAR, tiempo, escucha. Ser abogadx es mi servicio a la sociedad”.
Juan Martin, un hombre de familia de abogados, nos cuenta como encontró su destino. “Descubrir qué significaba ser abogado, desde pequeño, es una tarea relativamente sencilla cuando el mundo se desarrolla dentro del Derecho. El abogado era quien estaba llamado a sacar al injustamente agraviado, de una situación complicada o hasta de la cárcel.
Lógicamente desde chicos, admiramos a aquellos personajes que socorren o dan ayuda, quien sufre una injusticia; igualmente admiramos y deseamos crecer – y ser – ese tipo de personajes que, al crecer, descubrimos que son ficticios, que, aunque encierran un deseo general de Justicia, ésta es aplicada por los jueces quienes reciben su “caso” de otros abogados, los abogados de la matrícula.
Entonces, advertí a temprana edad, que, si existen los “superhéroes”, naturalmente estos debían ser abogados y, en el humano sentir de que todo es posible, elegí estudiar abogacía, la carrera de los superhéroes “reales”, la de aquellos que están del lado de la Justicia”
Silvia resume a la perfección porque somos abogados y abogadas “luego de 42 años de profesión ininterrumpida, solo puedo decirles porque, nunca voy a dejar de ser Abogada y cada día intento superarme. Es una profesión de curiosos, no deja de sorprendernos con los enormes cambios de la realidad a la que se aplica.
Es una profesión de estudiosos, se aprende por lo libros… pero no hay que olvidar el diario
Es una profesión de idealistas, busca la verdad y a veces la verdad de la verdad
Es una profesión de amigos, facilita el entramado social con los colegas
Es una profesión de poetas que vuelcan su verso en los escritos y la interpretación de las leyes da vuelo a lo creativo”.
¡Feliz día colega! ¡Gracias por apoyarnos, y el 1 de septiembre festejamos con todo nuestro día en la Fiesta del Abogado en el palacio San Miguel!!
Colaboraron con la nota Juan Pablo Iunger, Fernando Loza, Fabian Wainstok, Silvia Jabif, Debora Chammah, Maria Jose Petronr Dip, Juan Martín Alterini.
Hola, he estado buscando esto un tiempo y por fin he podido despejar las dudas, gracias