Mientras el Presidente sostiene que el fuero no da más por la cantidad de causas, desde el año pasado hay presentaciones por la falta de presupuesto. Advierten por la «mafia de los incumplimientos».
07 DE JULIO 2017
Asimismo, desde los abogados desestiman que exista una «mafia de los juicios» y le retrucaron al presidente afirmando que lo que hay es una «mafia de los incumplimientos» de los derechos del trabajador en cuanto a su retribución y a las condiciones laborales.
Según el amparo, que recayó en el juzgado en lo Contencioso Administrativo 3 de Claudia Rodríguez Vidal, eran necesaria cuestiones básicas como el suministro de insumos, la cobertura de los juzgados vacantes (30 sobre 80) y mejoras edilicias para que, paradójicamente, las condiciones de trabajo en el fuero mejoren.
El escrito aclara que las condiciones actuales violan el acceso a la Justicia porque impiden la «celeridad y agilidad» en el tratamiento de las causas.
En declaraciones que dio a El Destape el año pasado, ya el secretario general de Sitraju, Agustín Bruera, había advertido por esta situación. «El fuero laboral en todo el país está colapsado pero se estaban haciendo esfuerzos para que deje de estarlo; en estos últimos meses, esos esfuerzos han dejado de existir».
«La industria del incumplimiento»
En diálogo con este medio, el consejero de la Magistratura y miembro del EAI, Juan Pablo Godoy Vélez,desestimó que exista una industria del juicio y retrucó al presidente al afirmar que, en realidad, «lo que hay es una industria del incumplimiento».
«Si tenés todo en regla, la indemnización no es cara. Pero suele ocurrir que los trabajadores están total o parcialmente en negro y debés pagar por eso«, afirmó el letrado a El Destape. Godoy Vélez recordó la posición de desigualdad en la que se encuentra un trabajador que hace juicio, sobre todo si no consiguió un nuevo empleo. En ese caso, remarca, el ex empleador se aprovecha y ofrece poco y nada para arreglar.
«Otro caso es el de los accidentes. Una cosa es el que trabaja en una oficina, pero el que está en la construcción se puede morir por no tener un arnés para trabajar en la altura», afirmó. «En definitiva, es la lucha de clases y la búsqueda del empresario por maximizar sus beneficios».